Es de esos casos que más nos gustan: sacar el animal, el perro, que no fue. Zape fue recogido con 3 meses, desde entonces hasta los 12 años vivió en un refugio muy cuidado, pero vivió atrapado en el miedo que no supo gestionar en un momento de su vida.

Sin dejarse tocar, sin saber lo que era un paseo, un collar… ¿Te imaginas vivir 12 años así?

Fue todo un reto que estamos deseando repetir: como socializar a un perro desde cero. Vivir en un hogar con humanos, con una manada mixta, con los sonidos, pautas, rutinas, olores, etc… que hay en una casa.

Para conseguir que hoy haga una vida normal, con algunos comportamientos demasiado arraigados que a veces le salen, se trabaja el vínculo con lo que para nosotros es tan puro como para ellos: la confianza.

Horas de trabajo de animal a animal, sabiendo que somos humanos. Como lenguaje: la confianza, demostrándola en cada minuto se consigue un vínculo por lo que hoy a Zape podemos llevarlo a cualquier sitio.

Esto es lo maravilloso de sentirnos perros verdes: ver a un perro ser perro.